jueves, 26 de julio de 2007

Un pacto con la Pachamama









“Dicen que en todas las familias esta el tío loco, el abuelo bulloso, los primos marihuaneros y el pariente lejano hippie. A mí me tocó ser ése, pero eso nace con uno”, comenta Luís ‘El Gusano’, de 21 años, hippie de la Loma de la Cruz y dedicado a las artesanías desde hace 7 años.

‘El Gusano’ es uno de los cinco Hippies y artesanos en Cali, que por su carácter de guerrero de la vida, tiene la capacidad de realizar matrimonios al estilo Hippie. Esta forma no convencional de matrimonio, es una práctica que adoptaron los hippies de Estados Unidos en los años sesentas como una manera de simbolizar la unión de dos personas con elementos propios de su cultura.

“Las bodas son para gente que no necesariamente sean locos o ‘hippiosos’, sino gente que simplemente no esté de acuerdo con lo que representa el sistema común de un matrimonio”, dice Luís.

Estas bodas son una alternativa para aquellos que piensan en el amor como algo más que un contrato civil o una boda llena de lujos en una Iglesia. Explica Luis que es así como nace el matrimonio hippie, “es casarse ante la Pachamama o madre tierra, ante la vida, ante la naturaleza”.

“Aunque este estilo de boda no es convencional, no le quita la seriedad y compromiso que tiene el hecho de entregarse por completo a una persona”, dice Alejandro Trujillo, de 18 años y próximo a casarse.


Amor, paz y anarquía

Este ritual no tiene ningún costo, pero sí tiene un orden, aunque el estilo de la boda depende de la pareja y del hippie que los vaya a casar.

En un espacio reducido en medio de la naturaleza y lejos del bullicio de la gente y de los carros, se acomoda un altar de cualquier material, se coloca sobre éste la copa de vino hecha en madera o la marihuana y los anillos o aretes, para así dar comienzo al ritual.

Todo empieza con el Pacto de Palabra por parte de la pareja, acompañado del Pacto de Vino o de Marihuana. Después esta el pacto más simbólico de la ceremonia, el Pacto de Sangre, el cual consta de pincharse cada uno un dedo y luego juntarlos, es un símbolo de unión espiritual.

Terminando la ceremonia están las palabras del hippie, explicando la boda como una función más que religiosa, espiritual. Por último viene el típico ‘puedes besar a la novia’, acompañado de una rumba o una luna de miel, según decida la pareja.

“En las palabras no hay un orden porque esto no es una religión, no es un dogma, esto es simplemente parte de la energía, es lo que fluye”, dice ‘El Gusano’.

Una práctica común de los Hippies antiguos después de la boda, era hacer el amor en el bosque, ya que era una forma de que la Pachamama aceptara su unión. Sin embargo, actualmente es decisión de la pareja hacerlo o no.










Una práctica que sobrevive

‘El Gusano’ es testigo del compromiso que conlleva esta unión. “Mi tendencia es a lo que era antes, andar a lo corrido por ahí, viajando. Ahora me tengo que quedar quieto porque tengo otros planes con mi pareja. En medio de la locura, uno piensa también en un futuro, cuando uno esta solo no, porque uno esta guerreando. Pero ya con una pareja, uno aspira a otras cosas.”

Aunque el ‘hippismo’ aun sobrevive en las venas aventureras de algunas personas y el pensamiento revolucionario de otras, su cultura se ha ido perdiendo y sobreviven solo algunas prácticas como el matrimonio hippie.

“El año pasado casé a tres. Aunque ahora no es muy común que se case la gente por lo hippie, se está viendo que la gente se aburre de lo tradicional y esta rompiendo esos esquemas”, agrega Luís.

Aunque este ritual aún es desconocido para muchos, ha sobrevivido más de cuatro décadas en las culturas juveniles de hoy, las cuales la han visto como una forma libre de expresarse ante el mundo.




Pasos para casarse

1. Lo primero, luego de estar seguro de casarse, es buscar en la Loma de La Cruz a un hippie que sepa casar como ‘El Demente’, ‘La Hippiosa’ ó ‘El Gusano’.
2. Se debe buscar un sitio al aire libre donde no halla mucha gente, puede ser San Antonio, Pance o cualquier otro lugar como una finca.
3. Comprar el anillo para la boda, puede ser de coco o se puede usar una pulsera o un arete, si los dos usan aretes. No necesitas comprar una vestimenta especial, solo la que se acomode al gusto de la pareja.
4. Para el Pacto de Alcohol, un ritual dentro de la boda, se debe comprar vino, si vas a ser el pacto con vino, o marihuana, si lo vas a ser de ésta.
5. Y por último, invitar a los ‘parceros’ mas allegados y conseguirte un padrino y una madrina para tu matrimonio.









Luis el "Gusano":








martes, 3 de julio de 2007

¿A qué estamos jugando?

Carta Dirigida al Ex - General Luís Alberto Moore

El pasado jueves 26 de abril, a las 4:30 de la tarde, cogí un bus que pasa por las unidades cerca de Unicentro, Multicentro, el Papagayo 8. De repente el conductor se desvió por la Simón Bolívar y no cogió la Pasoancho, por eso le pregunté y dijo que estaba cerrada por manifestaciones de ‘los de la valle’, entonces descendí del bus cerca de Jardín Plaza y caminé hasta las unidades.

Antes de cruzar por la intersección de la Pasoancho con la carrera 100, se encontraban estacionadas dos tanquetas blindadas de los ESMAD, las cuales estaban retirando a los estudiantes que protestaban, con un potente chorro de agua, mientras ellos les lanzaban ‘papas bombas’. Fue por esto que durante 20 minutos, como buen colombiano, observé sin hacer absolutamente nada estas imágenes que parecen ser ya muy comunes.

Luego que terminaron de enfrentarse, decidí, al igual que cuatro jóvenes pasar por Unicentro, luego que algunos agentes de seguridad nos dijeron que no pasaba nada. Cuando apenas faltaban alrededor de diez metros para llegar a la primera portería de Unicentro, en dirección sur-norte, fui sorprendido al ver una imagen de un ESMAD golpeando a uno de los jóvenes que estaban adelante mío de forma injustificada. Luego ese mismo ESMAD golpeó a todos los cuatro jóvenes hasta llegar donde me encontraba.

Lo más sorprendente fue ver la impotencia de éstos jóvenes, quienes se dejaban golpear o salían corriendo. Claro está que no quiero decir que se debían haber defendido con las mismas armas, sino con el don de la palabra, o desde cuándo nos hemos acostumbrado a éstas violaciones que exigirlas pasa de ser una requerimiento serio e irónicamente inviolable a una frase inocente, ¿es acaso una inocencia exigir nuestros derechos vitales?

Luego de una patada que me propinó el ESMAD número 03913, decidí pararme al frente de él y en menos de medio metro de distancia preguntarle, ¿a qué estamos jugando?, después de decirle sin ningún tipo de grosería sobre el abuso injustificado que estaban cometiendo y sobre el verdadero sentido de seguridad que debe existir en la ciudad. Fue así como me retiré indignado en medio de chiflidos de los dos buses llenos de ESMAD que estaban parqueados, pero con mi conciencia y mi dignidad en alto.